A menudo sucede detenerse y hablar o reflexionar sobre la desaparición de un ser querido. La mayoría de las veces, el tema se refiere a los abuelos, un padre y más raramente, a un hermano o hermana.
Este tipo de prueba, ciertamente dolorosa, tiene un significado particular para una persona que la vive, diferente de los otros ejemplos mencionados anteriormente.
Un hermano o hermana es parte de la memoria de uno. Por esta razón, su desaparición es equivalente a confrontar una parte de sí mismos que desaparece.
La vida con un hermano o hermana se compone de muchas cosas, rodeada de diferentes estados de ánimo, pero de una manera inextricablemente unida.
Es un camino de crecimiento, intercambio de miedos y ansiedades como celebración de éxitos y victorias.
Entre hermanos ciertamente puede haber momentos de fricción, incluso celos. Pero el sentido innato de protección prevalece sobre esas rivalidades que son parte del crecimiento. Incluso las peleas más amargas se diluyen con sentimientos de complicidad que todos los adolescentes saben compartir entre ellos.
Por esta razón, los momentos, siempre intensos, que se comparten juntos, tranquilizan la memoria. Algo que de alguna manera pertenece a uno y al otro de forma natural.
Perder el amor tan grande y poderoso como el de un hermano
Perder a un hermano o hermana significa perder todo esto, una parte de ti mismo. Un hermano o hermana son puntos de referencia. Representan esa voz y ese consejo desinteresado que recordaba cuando se lo pedía.
Cuándo dejó ir un pensamiento negativo y dejó espacio para el deseo del futuro. Quien dio su propio ejemplo como modelo y experiencia. Incluso cuando estas actitudes fueron la causa de enormes celos, conflictos para no parecer inferior o menos digno de atención por parte de los padres.
Perder a un hermano o hermana es, por lo tanto, un luto diferente de todos los demás. Es como si una parte del equipaje de experiencias y recuerdos se perdiera en la calle.
Como si el mapa de nuestra vida estuviera incompleto. Una hermosa frase dice: “Un hermano es un amigo dado por la naturaleza”.
A veces, desafortunadamente, su inmenso valor se reconoce solo después de perderlo.
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